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28/5/2025

Emociones

Minutos de lectura:

3

Terapia online: claves para construir vínculo emocional y sostener el encuadre

Cómo construir un vínculo emocional sólido en terapia online y sostener el encuadre clínico a través de estrategias prácticas para psicólogos y psicólogas.

Escrito por

Equipo Psi Mammoliti

Lo que cambia (y lo que no) en la clínica virtual

Aunque la pantalla parezca levantar una barrera, la experiencia clínica demuestra lo contrario: en la terapia online el vínculo emocional y el encuadre terapéutico siguen siendo ejes centrales, pero sí requiere construirlo de otra manera. Por eso, una de las primeras claves es reconocer qué se modifica y qué permanece en esta modalidad.

Lo que no cambia:

1. El encuadre clínico sigue siendo el sostén del proceso. Tenerlo claro, desde el inicio, evita confusiones y brinda seguridad.

2. El vínculo emocional no desaparece. Hay transferencia, resonancia, silencios significativos, procesos profundos. Solo toman otros ritmos y formas.

3. El lugar del/la terapeuta como figura disponible, confiable y contenedora sigue siendo esencial.

Lo que sí cambia:

  • El entorno externo (pantallas, interferencias, sonidos del hogar) y la necesidad de gestionarlo activamente, tanto el/la terapeuta como quien consulta.
  • La estructura previa a la sesión, que requiere acordar con claridad pautas técnicas y logísticas.
  • La forma de construir presencia: en vez del cuerpo completo, se transmite en gestos, tono de voz, silencios y escucha activa.

Estar presente a través de la pantalla: una práctica que se entrena


¿Alguna vez sentiste que estabas en una sesión online pero “sin estar del todo”? Esta sensación también la viven quienes consultan. La presencia terapéutica en la virtualidad no ocurre por defecto: se cultiva. Y se puede trabajar.

Algunos recursos para sostener una presencia viva, incluso a distancia:

El silencio intencionado: en la virtualidad, puede sostener con tanta fuerza como en lo presencial.

El tono de voz: elegir hablar más pausado, con palabras simples y cálidas, ayuda a crear un espacio emocionalmente accesible.

La mirada: aunque no se mire directo a cámara, una expresión facial que acompaña puede hacer la diferencia.

La regulación conjunta: invitar a respirar, a pausar, a reconocer una emoción. También a través de la pantalla se puede co-regular.

El encuadre virtual como herramienta de sostén

Muchos malentendidos o incomodidades en la modalidad online surgen cuando no se acuerdan aspectos técnicos con claridad. Por eso, el encuadre no es solo marco ético: también es tranquilidad para ambas partes.

Algunos puntos importantes para acordar desde el inicio:

  • Plataforma elegida para las sesiones (Zoom, Meet, etc.).
  • Puntualidad y duración de cada encuentro.
  • Honorarios, formas de pago y política ante cancelaciones.
  • Qué hacer si se corta la conexión. Ejemplo: “Si se interrumpe, intento reconectarme durante 5 minutos. Si no lo logro, te escribo para reprogramar.”
  • Consideraciones sobre privacidad (ambos en espacios sin interrupciones, con auriculares, etc.).

Recursos digitales que suman en la clínica online

La virtualidad también ofrece herramientas que pueden potenciar el trabajo clínico, haciendo más visual, dinámico o concreto lo que aparece en sesión.

Algunas herramientas útiles:

Google Docs: co-escribir emociones, armar líneas del tiempo, registrar recursos.

Jamboard o pizarras virtuales: para trabajar con mapas, dibujos, asociaciones.

Canva: usar imágenes, escalas visuales o metáforas gráficas.

Temporizadores o apps: para ejercicios de respiración, pausas o regulación emocional.

Incorporarlas no implica “tecnologizar” la terapia, sino enriquecerla cuando sea útil, sin perder el foco clínico y aprovechando los recursos que el espacio virtual brinda.

¿Y cuando algo se complica? Estrategias para momentos difíciles

En la clínica online también se llora, se corta la conexión, hay silencios incómodos o momentos de desconexión emocional. Lo importante es anticiparlos, reconocerlos y saber cómo intervenir.

Algunas situaciones frecuentes y frases que pueden acompañar:

Se corta la conexión: “Sé que estábamos en un momento sensible. Podemos retomarlo desde donde estábamos.”

Llanto o desborde emocional: “Aunque estemos por Zoom, estoy acá. Respira conmigo un momento.”

Distracción o mirada evasiva: “Siento que te fuiste un poco. ¿Quieres que hagamos una pausa?”

Interrupciones del entorno: acordar qué hacer si alguien interrumpe o si el paciente se siente incómodo en su espacio.

Sostener el encuadre también es saber sostener lo emocional, incluso en lo inesperado.

🧠 Taller “Terapia online” Un espacio para psicólogas y psicólogos que buscan fortalecer su presencia clínica en la virtualidad, revisar su encuadre y encontrar estrategias para acompañar incluso cuando parece difícil. Te esperamos para pensarnos, actualizarnos y seguir cuidando lo que importa: el vínculo.
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Reflexión final

La clínica virtual no es una alternativa de menor valor a la presencialidad. Es otra forma posible de encuentro. Y, como todo encuentro terapéutico, implica escucha, sostén, resonancia y presencia.

La pantalla no impide el vínculo: nos invita a construirlo con más intención, más conciencia.

En este artículo encontrarás

¿Cómo elegimos habitar ese espacio virtual para que también pueda ser un lugar de reparación y encuentro verdadero?

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